martes, 23 de junio de 2009

“Cuando el amor es poesía y el corazón un libro”

He creado este Blog para compartir parte de mis creaciones íntimas, esas que en el tiempo se han ido acumulando al compás de los sones de mi vida. Esta vez, pongo a navegar algunos poemas, los cuales fueron creados en la inspiración de muchas personas, reales o no reales....

Mi objetivo, es compartir con quienes tengan el gusto por la creación literaria en un espacio interactivo que, al parecer, no tiene límites, y motivar también a otros para simplemente escribir y crear.

En esta oportunidad, publico mi obra poética al amor titulada “Cuando el amor es poesía y el corazón un libro”

lunes, 22 de junio de 2009

Desamor

Olvidadiza

Se te olvidó el amor que tú me diste,

se te olvidaron mis besos y mis caricias,

se te olvidó tu llanto,

que sobre mi pecho derramabas.

No te olvidarás que en tu alma,

ha quedado, una llama encendida,

que arderá eterna por tu vida,

de aquel hombre que en tu cuerpo un día,

depositó la semilla ardiente florecida.

Duelo de amor

Tu mirada y la mía

se cruzaron

en fulgurante duelo,

como espadas en combate

centellaron tus ojos,

con mortal herida caí vencido,

pudo tu amor abrirme heridas,

sin sentir que yo

a tal amor he sucumbido.

El último verano

Olvido y silencio me dejaste,

impávida pasas por mi lado

con una hermosa herida en el alma.

Tu tan cerca y no me tocas,

yo tan fuerte y no te abrazo.

Tus ojos se quedan por el rincón de mis

sueños.

Ya no estás conmigo,

la fría soledad me sacude,

el viento de amor rompió el silencio

y también el cristal de mis lágrimas.

Minuto a minuto tu noche me rodea,

te llamo por los oscuros senderos de mi

alcoba.

Sólo el tictac de un viejo reloj me responde.

Dónde estás con tu fragancia alegre,

en qué recodo de la vida te he perdido,

fue el último verano.

Cuando de la mano contemplábamos el

lago

y el enjambre luminoso de cielo.

O fue el último concierto de las semanas

musicales,

o cuando el murmullo de los violines

nos amarraban las manos.

Nada queda de nuestro amor veraniego.

Tal vez me quiera

Ella el amor no guardó,

en los rincones de su alma.

Ni retuvo el beso

que en el corazón se hizo fuego.

En la distancia del tiempo,

ella aún, tal vez me quiera.

O quizás mi beso todavía

le queme la boca.

A lo mejor una herida

en el corazón le está sangrando.

Perdón

Perdóname amor

si un día en caminos te he dejado.

Cobarde y prófugo

de tu cariño soy.

Vulgar y mentiroso

de mi propio llanto.

Teniendo tu amor en el alma,

ciego mi corazón olvidó

tus lágrimas de silencio,

que en cascadas de purezas derramabas,

y fluían como versos de tu alma,

por este que te dejó olvidada,

sabiendo que entre tu corazón

y el mío, sólo éramos

un solo latido.

Olvídame

Olvida todo,

es más sabio.

No sufras por mí,

deja que la primavera

consuele tu alma dolida.

Abre a los vientos

tus transparentes ventanas.

Calla tus locuras de amar

a este cobarde torpe poeta.

Deja tus ríos sonoros

que golpeen los bordes de mi canto.

Huye de mi gacela salvaje,

no quiero ser yo el cazador

de tus deseos.

Grítame tu rabia por esos inmensos ojos.

Vete antes de que te torturen mis besos.

Lejos de mí, no te quemarás

en mis ardientes llamas.

Olvida todo,

es más sabio.

Paloma, un día gris fuiste mía,

tu vuelo y el mío se cruzaron

en el alegre concierto de los besos.

Olvida todo mariposa tierna,

levanta el vuelo donde no te alcance.

Huye por el viento

perfumado de la primavera,

huye lejos de mi voz

y más lejos de mis ojos.

Un beso más,

tú y yo formaremos el infierno.

Pasado

De mi dolor eres culpable

de tu amor eres inocente.

Que por mis venas subió a mi alma

en mi sangre se hizo heridas.

Soy para ti un hombre imaginado,

un fantasma olvidado de tus sueños,

un recuerdo de un otoño tan lejano,

amarillo y solitario.

Hoy tiene sabor a musgo

a tiempo indefinido

a vientos que en las tardes mueren

en medio de las noches de mi pueblo.

Distintas como cuando

por esas mismas calles solitarias

con mis besos te encendía el alma.

Cicatrices

Sólo quedan en el alma cicatrices

de un pasado de promesas y amor.

Sólo palabras que el viento se ha llevado,

no hay nada que se pueda retener,

sólo otoño con sus hojas amarillas

cubrió las huellas del amor.

Sólo quedan poemas en el viento

cantando su dolor,

sólo quedan en el alma cicatrices

marcados por el fuego del amor.

Hoy otoño las cubre de amarillo

y también de olvido y de dolor.

El adiós

Perdí el color de tu sonrisa

y el fuego candoroso de tu boca.

Se apagaron tus ojos, al final del camino.

Tu corazón mustio se olvidó del mío,

tus manos nudos de fuego,

no retuvieron lo vivido.

La noche me viste de silencio,

mortaja cruel de mi destino,

el gallo y el reloj, verdugos

de mi tiempo enmohecido.

En mi boca queda el deseo de tus besos

y el placer de sentirlos

en el adiós y el olvido.

Reencuentro

Reencuentro

Hoy el destino nos ha puesto

en el mismo minuto, en el mismo camino.

De tu mirada brotó una lágrima

imprevista,

mi voz se trabó en el silencio

al pronunciar tu nombre.

En la fría mañana

tu pelo suelto jugaba con el viento,

un perfume a raudales

brotaba de tu agitado pecho.

Tus manos tomé con trémula ternura,

un fantasma oculto se escapó de mi

memoria,

dibujando en la distancia

todo nuestro amor pasado.

Oculté la alegría de volver a verte

como si fuera un gran pecado.

Un frío de miedo nos estalló en los ojos,

igual que aquel enero

de nuestro primer beso.

Hoy, después de tantos años,

he vuelto a tomarte de las manos,

y comprendí que nuestro amor

nunca había muerto.

Un lindo recuerdo

Puedo decir hoy,

haberla amando tanto

a esa niña de lejana tierra,

allí donde cae la lluvia,

y la nieve va pintando de blanco

la pequeña aldea.

Recuerdos me quedaron

de las simples cosas de su vida.

Sólo una sonrisa me basta,

para llevarte mi alma

a la alegría.

Era dulce su hermosura,

de sus labios brotaba la ternura.

Era fuente de vida cristalina,

era mucho más que el amor, era mía.

Fui historia adolescente para ambos,

con dos o tres cartas de testigo.

Ahora un espacio en el tiempo nos separa,

pienso que tan sólo nos queda

un lindo recuerdo.

Hermosa mía

Vamos hermosa mía,

El amor nos espera.

Por el aire la paloma arrulla.

La tarde es gris el mundo se enfría,

la noche nos espera,

el largo momento nuestro llega.

Camina hermosa mía,

pisa el mundo suave de mis sueños.

No despiertes tu vientre,

todo en su minuto.

Háblame de tus espejos vírgenes,

y de la luna plateada

que enredé en tu pelo.

Calla hermosa mía,

los pétalos del silencio

el viento los sacude.

La flor se oxida en su prisión de seda,

mañana nacerá otra con una sonrisa

nueva.

Y este amor que espera,

encenderá sus llamas,

para quemarnos enteros,

en nuestra propia hoguera.

Para ella

Tú pasaste de madrugada

por los caminos de mi alma.

Un perfume de rosas se quedó en el aire,

yo no quiero que el viento

se la lleve lejos

por otros caminos de otras almas.

Tú dejaste huella profunda y marcada

donde nadie antes había pasado.

Pecado o amor son mezclas de fuego

que el agua de un llanto

no puede apagar.

Tan sólo en las cuerdas

vibrantes de mi alma

existe una música celeste y amarga.